dèficit del factor sorpresa.

Yo... solìa... tener... tres respiraciones!

Sì, tres. Tres enteras, separadas en partes, oxigenadas, transpiradas, impolutas, transversales, de cuclillas y dispuestas a ser ins-y-as(piradas).
Una: La Suspirè.
La fui envolviendo en tibios besos amontonados en la comisura,luego logrè enroscarla en las miradas de reojo, màs tarde las salpiquè en caricias con el ìndice. La cuidè esperando que se hundan los dìas de distancia y finalmente la encontre en mi cama dormida.
Otra: La Agitè.
Corriendo desesperada para llegar a tiempo a tus pensamientos.Atragantàndome con los recuerdos de salidas a la oscuridad. Filtrando por cada poro en el susto constante de perderte en cualquier momento.
La que quedaba: La tirè.
Me despojè de ella en la puerta de tu aliento. De vez en cuando te atreves a rechazarla con demasiada sinceridad. No, no harìa trueque con la mentira, me elastiza la tolerancia y la paciencia.
Entonces.
Cuando suspirè,me agitè y te saboriè... entendì porque no iba a poder perder el aliento.