¡Qué amoroso vernos ensimismados proyectados en un porvenir!
Aunque sea en el subte.
Aunque el chico tenía cara de bajón, cuando por lo general la del bajón soy yo.
Y mientras tanto nos escapamos.
Volvimos tibiamente, lento, tímido a hacer lo que hacíamos.
Capaz que no lo recuperamos, pero lo vivimos.. y eso me estalla en recuerdos.
Qué se yo, te tengo tal admiración, tal amor permanente, tanta revolución de cariño y ternura...
Hay tantas cosas que me callo pero que jamás van a tener una léxica, una expresión directa y duradera.
Me encantás.
desde hace cómo dos por 365.
algunos días más otros días menos.
y ojalá el próximo mes no tenga que decirle chau a todo.
a tita*, a los tomates, a la verrugita en el pechito, al colchón que no se puede sentar, a la panza llena de amor, al "portense bien..", a los viajes oportunistas, al "Bracias, v.v. bordo", a militar en el misteryo, a los panes rellenos + agua, a seguirte.
Tu brújula suma conocimientos, la mía intensidad en la preocupación.
está bien, los que existen para dar y los que reciben lo que les dan.
Pero en nuestro intercambio, siempre voy a salir ganando.
Me abstraigo en satisfacciones que no debería pasar por alto, y ahora me doy cuenta...
de donde sea, siempre me das más.
por muchos mañanas donde no haya menos arte que antes.